Les cuento que ayer amanecí grave con un fuerte resfriado(monga), lo menos que deseaba era levantarme, pero como el deber me llama y tengo que cuidar a mi madre, pues ni modo. Lo primero que pensé fué en hacerme unas sopitas de pollo, pero lo que no tenía era el pollo. Así que saqué fuerzas de donde no las tenía y me dirigí al supermercado. Porqué será que esas sopitas levantan tanto el ánimo. Es que son mágicas. Ricas, calientitas y desde la primera cucharada como que uno se siente mejor. Bueno la verdad es que pasé casi todo el día en la cama. Me sentía morir. Un resfriado tumba hasta el más fuerte. Pero si ese intruso creía que podía conmigo se equivocaba. Encendí mi computadora y comenzé a ver videos de como hacer pulseras. Encontré los hilos de tejer y me dispuse hacer las pulseras. Y a regalé algunas que me quedaron muy bién . Hasta mi querida sobrinita de tres años me encargó para sus primitas y su tía, así que no me queda mas remedio