Cultivar una mente positiva nos
libera de preocupaciones y pensamientos negativos. Por eso cuando me siento agobiada y cansada
de situaciones difíciles salgo a dar una vuelta sola o acompañada para despejar
mi mente. Luego regreso más calmada y
relajada.
Si seguimos alimentando esa
situación que nos molesta, esta se convierte cada vez más grande, pero si le
restas importancia notarás que el problema se arreglará solo. Así
que no dejes de cultivar ese jardín que es nuestra mente. Corta de raíz toda esa hierba mala que pueda comenzar a crecer. Solamente poda los buenos
pensamientos para que crezcan fuertes y vigorozos.
No te deprimas quedándote en la
casa. Separa un Domingo u otro día en particular para ir a un buen
restaurante a comer algo delicioso. Es
una buena forma de sacar todo ese estrés acumulado de una semana
agotadora. El día Domingo en mi casa la
cocina está cerrada hasta nuevo aviso. La verdad que aunque me encanta cocinar también me gusta probar nuevos
sabores para luego ponerlos en práctica en mi cocina. Salir y dar una vuelta ya de por sí te libera
de muchas tensiones. Así que hoy mi
esposo y yo nos vamos de paseo a un buen lugar donde haya buena comida y un buen postre.
Luego de la comida continuamos a
disfrutar de un paisaje espectacular cerca
de la playa y nos reunimos con personas muy queridas en mi vida. Solamente me dediqué a disfrutar del paisaje y bañarme de la inmensidad del mar. Siempre
he pensado que el mar es como un magneto que atrae fuerzas poderosas de
bienestar para limpiar todas las cargas negativas que a cada paso se apoderan
de nuestro entorno. Disfrutar de la quietud y plenitud del mar llena de paz y sanación
espiritual ese ser que llevamos dentro.
Entre chistes y risas terminamos
una tarde tranquila y en comunión con la naturaleza. Ya anocheciendo regresamos a casa con nuevas energías y una mejor actitud ante los retos de
cada día.
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