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Mostrando las entradas de marzo, 2014

Compasión por los demás.

Esto me ocurrió hace cuatro años. Me sentía tan vacía como si estuviera perdiendo los sentimientos  y la compasión por las demás personas. La verdad me sentía muy sola a pesar de tener muchas personas alrededor. Eran unos de esos días en que uno siente que nadie lo quiere. Son etapas que uno vive o sentimientos femeninos que no son entendidos. No me gustaba lo que estaba sintiendo.  Le pedí a Dios que me ayudara a ser compasiva. Lo menos que me imaginaba era que el dolor de otra persona iba a ser mi sanación interior. Recuerdo que era sábado, esa mañana me fuí de compras y estando en una tienda de ropa me encontré con una persona conocida, que aunque no es precisamente una amiga si una persona que respeto por su forma de ser y por conocer la tragedia que le ha tocado vivir. Perdió a su hija y a su nieta que iba a nacer. Las perdió a las dos el mismo día.  La saludé y le pregunté si se acordaba de mí, me dijo que si y me dió un beso. No le pregunté nada de su situación pero el

Un susto de infarto.

Les cuento que desde el domingo una iguana  de palo se ha apoderado de mi patio.  No le tenía tanto miedo hasta que estaba recogiendo unos frutos de un árbol y no había visto que ella estaba en una rama. De momento siento aquella cosa tan pesada que brinca y casi me cae encima.  Ella corrió pero más corrí yo que por poco me dá un infarto y mi corazón se aceleró tanto que me sirvió como ejercicio cardio. Nunca había pasado un susto tan terrible.  Aprecio mucho a mis vecinos pero como quisiera que se fuera para sus patios ja,ja. Pobres iguanas tienen que vivir defendiendose cada día porque no son aceptadas y aunque las encuentro hermosas le tengo cierto temor. Que culpa tienen, fué el ser humano que las sacó de su habitat y las obligó a vivir en un espacio desconocido que no les pertenece y así violó sus derechos a vivir en su ambiente y con su especie.  Es como si a nosotros nos llevaran a vivir a otro planeta. Tenemos que aprender a convivir con ellas y aceptarlas aunque nos cueste

Garage Sale

Otra forma de evitar la depresión al jubilarnos es organizar una venta de Garage (Pulguero). Lo primero es  recoger los artículos que no usamos y están años ocupando un lugar y venderlos. Lo pensé mucho antes de hacerlo pero al fín me atreví con la ayuda de mi hermana.  Escogimos un lugar y ese día hicimos algunas ventas lo que nos motivó a seguir haciendolo.  No me imaginaba lo emocionante y la gran terapia que es un pulguero. Se conoce a muchas personas y la mayoría de las veces están en tu misma situación y se acercan a conversar, hacer chistes.  Aprendí a vender y a negociar precios. A reir a carcajadas. La verdad que distrae la mente y a la vez se genera un ingreso extra. Ha sido una gran experiencia y una buena forma de compartir con personas que no  conocía. Tambien he motivado a otras personas a ser lo mismo y tener una buena  relación de amistad  con ellas.   No olvidaré el día que  se acercó una persona a mostrarnos su arte y  entonó varias  canciones que disfrut